En sede parlamentaria Sánchez justificó el indulto de los presos condenados por sedición manifestando que es una medida discrecional pero no arbitraria, plenamente constitucional, sin excepcionalidad jurídica alguna. Añadió que es una primera respuesta a la grave crisis política y social en Cataluña. Un primer paso en la nueva etapa de diálogo entre Cataluña y España. Denegarlo traería consigo la agravación y cronificación del conflicto. La vía judicial no vale por sí sola para garantizar la convivencia en Cataluña y una buena relación entre la Generalitat y el Ejecutivo central. El castigo penal ofrece una utilidad limitada para pacificar situaciones de conflicto como la que vive la sociedad catalana. El tiempo del castigo pasó, llegó el tiempo del acuerdo. Lo necesario ahora es fomentar el diálogo entre catalanes. La concesión de los indultos puede facilitar el diálogo y la concordia en el seno de la sociedad catalana. Nos necesitamos todos, contamos con todos. Nos gustaría también que la parte independentista contara con la parte no independentista e hiciéramos todos un ejercicio de unión. Debemos ser capaces de recobrar el espíritu constituyente. Es el tiempo de la política. La concesión de los indultos es una decisión estrictamente política y sigue la lógica de la política, que es satisfacer necesidades públicas. La democracia española será más fuerte con los instrumentos de la política. El Gobierno concede la medida de gracia a los presos porque escogerá siempre la concordia democrática.
El 14 de octubre de 2019 al conocerse la sentencia del Tribunal Supremo contra los dirigentes separatistas, en una comparecencia extraordinaria sin preguntas ante los medios de comunicación, Pedro Sánchez, presidente en funciones, manifestó: “el acatamiento de la sentencia significa su cumplimiento, reitero, su íntegro cumplimiento”, y alejó la posibilidad de indulto a los líderes independentistas. También informó de que había hablado con los demás líderes políticos (por entonces, Casado, Rivera e Iglesias), prometiéndoles compartir cualquier “medida excepcional”. En el debate electoral de 4 de noviembre, previo a las elecciones de 10 de noviembre de 2019, Sánchez, candidato a la presidencia del Gobierno, prometió con respecto a la crisis catalana: incluir en el Código Penal la prohibición de realizar referéndums unilaterales, aprobar una asignatura sobre Valores Civiles, Constitucionales y Éticos para acabar con el adoctrinamiento, reformar la legislación audiovisual para poner fin al «sectarismo» en TV3 y traer a España a Puigdemont para que «responda ante la Justicia». A día de hoy no ha cumplido ninguna. En cambio, sin prometer el indulto, lo ha concedido.
Según Churchill, “el político debe ser capaz de predecir lo que va a ocurrir mañana, pasado mañana y el año próximo, y de saber explicar por qué lo que predijo no ocurrió finalmente”. Si en lugar de predicciones se formulan promesas también debe explicarse el incumplimiento de éstas. Ello reporta credibilidad al dirigente y confianza en la sociedad. Dice un proverbio árabe que cuando alguien te engaña, la primera vez es culpa suya, pero que a partir de la segunda, la culpa es ya enteramente tuya. Engañabobos.
Artículo publicado por Raúl Mayoral Benito en el diario digital El Imparcial el 4 de julio de 2021. https://www.elimparcial.es/noticia/227974/engaabobos.html