Sánchez el espontáneo

Como quien salta una cerca para robar aceitunas, Pedro Sánchez se planta de un brinco en el ruedo ibérico pidiendo una oportuniá. Espontáneo acuciado por el hambre de poder. Su apoderao acarrea su hatillo mientras le susurra: Podemos, Pedro, podemos. Mas cornás da Susana, piensa el de Ferraz. Hay que hablar con el toro independentista que quiere embestir a España y revolcarla. No ando bien del oído derecho, Pablo, en cambio, por el izquierdo oigo hasta los mansos. A derechas no escucha y no dialoga. En eso Sánchez contradice a Eugenio D´Ors que sentenció: el diálogo es la caridad de la inteligencia. Aburrido y cansado de tantas veleidades propias de aficionados, Rajoy recuerda a Rafael el Guerrita cuando se corta la coleta en Zaragoza: Después de mí, naide; después de naide, un Vicepresidente con coleta y exigiendo los mismos Ministerios que trincaban los comunistas en los albores de la Guerra fría. De Occidente a Occidente, la Canciller Merkel envía un guasap a Obama: Spain is different, President. Lo tenían todo para seguir creciendo. Desde el Air Force One, el gendarme mundial venido a menos vaticina: Esos toreros de la piel de toro nunca aprenderán. En la roca de Altamira está pintado el famoso jabalí de ocho patas, del que se dice que es el ejemplar más antiguo que se conoce de expresión pictórica del movimiento. El próximo gobierno de España podría tener ocho patas como el jabalí y ser un verdadero movimiento plurinacional-marxista (del camarote de los hermanos Marx). ¡Qué grandiosa síntesis nos espera!

Los barones se afanan por incluir en el Comité Federal un emotivo punto sobre la unidad de España. Rememorando desde el compromiso de Caspe hasta la toma de Granada quizás logren que a su Secretario general le hierva el patriotismo y ahuyente esos demonios de un gobierno de cambio, progreso y zarandajas. Los pesimistas confiesan que no hacen carrera de él. El perdulario vaga por esos andurriales del populismo y del separatismo sin detenerse ante líneas rojas. Como oveja descarriada, dicen los próximos al Evangelio. Y bailando con lobos, remachan los  cinéfilos. ¿Qué fue de la bandera? Como la L de los conductores noveles, se cae, se coloca y se vuelve a caer. ¿Y del No pactaré con el populismo? ¡otra impostura, oye! En febrero se cumplirán ochenta años del gobierno del Frente Popular. Cuando en agosto de 1936 un reportero del diario Evening Standard le preguntaba a Winston Churchill cómo había sucedido aquello, el político inglés contestó que todo salió según el plan previsto por Lenin. Desde las elecciones celebradas el 16 de febrero, se reprodujo perfectamente en España la misma táctica comunista que durante el período de Kerensky en Rusia, dijo Churchill. Los comunistas debían prestar su apoyo a cualquier movimiento de izquierda facilitando la implantación de gobiernos constitucionales débiles, de signo radical o socialista. Después debían socavar esos gobiernos arrancándoles de sus manos vacilantes el poder absoluto para instituir así el estado marxista. Más que una oportuniá, el espontáneo necesita corregir su sordera. O eso, o volvemos a las Taifas.

Artículo publicado por Raúl Mayoral Benito en el diario digital El Imparcial el 24 de enero de 2016. https://www.elimparcial.es/noticia/160783/opinion/sanchez-el-espontaneo.html

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