27 de abril. Santa Zita (1218-1278)

Patrona de lo que hoy es el servicio doméstico. Sirviendo a un acaudalado tejedor de Lucca, hay en Zita dos rasgos llamativos. Estaba mal vista por sus compañeros por estimar que trabajaba demasiado, dejándoles en mal lugar. Y tuvo problemas con su amo por ser demasiado generosa con los pobres.

Hacer las cosas bien a menudo no despierta simpatías, es paradójico, pero suele ser así. Hoy Santa Zita provocaría conflictos sindicales. Y es que servir no es cómodo, servir bien engendra envidias y mal humor, descontento por la calidad del servicio, tal vez excesiva, que nos pone en evidencia. ¿Por qué no se conformaba con salir del paso?Y servir bien, no sólo al amo, sino a todos, también empuja a extralimitarse. Primero se da todo lo que uno tiene y luego, con más o menos discreción, lo que sobra a los demás. Imaginamos a Zita poco respetuosa con el derecho de propiedad, con el propio y con el ajeno.

Uno puede exigirse a sí mismo la pobreza, ¿pero a los otros? ¿Hay que obligarles a que den los bienes superfluos? Es mucho decir, pero aquí entrevemos la sisa de Dios, no prevista por la ley, pero clara como la luz. La justicia que hacemos se queda corta si no la alarga la misericordia, que puede no ser legal, pero que es parte de las exigencias del amor.

Fuente. La casa de los Santos. Un Santo para cada día. Carlos Pujol.

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