Uno de los instrumentos más importantes manejados por el poder político a lo largo de la historia para imponer sus pretensiones a los ciudadanos es el lenguaje, la palabra. Por eso, el dictador soviético Stalin solía decir que “de todos los monopolios de que disfruta el Estado, ninguno será tan crucial como su monopolio sobre la definición de las palabras. El arma esencial para el control político será el diccionario”.
Las teorías estalinistas son confirmadas por el escritor Jean François Revel, que en su libro “El conocimiento inútil” sostiene que todos los dictadores han sido raptores de la enseñanza y la prensa, dos ámbitos en donde la manipulación del lenguaje causa verdaderos estragos.
Las narraciones de la novela de George Orwell, titulada “1984”, sobre la manipulación de las palabras y la deformación de la historia, lejos de ser ciencia ficción, se aproximan, a pasos agigantados, a la realidad.
Editorial del programa Entre líneas, presentado y dirigido por Raúl Mayoral Benito en la cadena de televisión Popular TV el 12 de octubre de 2004.