De miliciana a valquiria

“Las mujeres no somos de nadie… No pertenecemos a nadie más que a nosotras mismas… Estamos cansadas de tutelas”. Demagógicas palabras de Yolanda Díaz elevada a sacerdotisa de la política gracias al todopoderoso dedo tutelar de dos hombres: Pablo Iglesias y Pedro Sánchez. Hoy marioneta de verbena creada e impulsada por la maquiavélica estrategia de Sánchez en su acoso y derribo contra la pareja Iglesias-Montero por disputarles el control de Podemos. A veces, resulta difícil distinguir la incoherencia de los mediocres de su inconsciencia.

La izquierda siempre creyó su propia patraña sobre su monopolio por la salvación del mundo y la regeneración democrática. La derecha ha sido menos hipócrita y fanfarrona en aventurarse por esa singladura del redentorismo. Díaz, en la mejor tradición marxista, avisa con petulancia de que con ella “empieza todo”. Antes de Sumar solo existía el cero, la nada. Empieza ofreciendo las viejas y engañosas fórmulas de siempre, una “nueva carta de derechos”, un “nuevo contrato democrático, económico y social”, la rancia tabarra del mundo feliz. Fiel a su ideario comunista, terminará poniendo la nada en movimiento.

Como mujer, aspira a ser la primera presidente del Gobierno de España con un chocante programa “trabajar menos, sin reducir el salario, para vivir mejor”. Dispondrá así de más tiempo para dedicarse a su peinado. Según Gregorio Marañón, la mujer de todas las épocas ha dedicado una parte a veces importante del día al arreglo de su cabello. Para Díaz, los jóvenes “llevan cuarenta años abandonados por los Gobiernos”, es decir, que han sido las políticas de izquierda las que más han dejado a la juventud en la estacada: Desde 1982 hasta hoy, la izquierda ha gobernado en España veintisiete años y la derecha, quince. Desde 2018, con el PSOE en el poder, y desde 2020, con una coalición socialcomunista, los descarriados jóvenes sufren el desamparo de dirigentes políticos como Yolanda Díaz. Pero, con esta muñequita de guiñol “empieza todo”, el fuego, la rueda y la imprenta. De loco, tacharíamos a Ancelotti, si hoy anunciara que de llegar un día al banquillo del Real Madrid, empezará todo.

Es al decir que “el neoliberalismo ha fracasado” cuando la nueva burguesa, disfrazada de seda, comunista se queda, deja al desnudo la farsa y la superchería. Hubo un tiempo en que Yolanda vestía como una jornalera de las de Víctor Jara yendo a desalambrar, sin maquillaje, ni tocados ni siquiera ropa conjuntada. Hoy pisa los escenarios con el glamour propio de “Con faldas y a lo loco”. Ha migrado de miliciana revolucionaria a refinada valquiria. Según la mitología nórdica, las valquirias eran unos personajes femeninos que seleccionaban a los mejores, caídos en el combate, llevándolos al Valhalla, una especie de paraíso. Para Díaz, los mejores son siempre los suyos, y al resto de mortales, como los trabajadores fijos discontinuos, que les parta un rayo. Su cometido es preservar al mejor de los suyos en el Valhalla de La Moncloa, aunque para ello deba abandonar a Pablo en el campo de batalla.

Artículo publicado por Raúl Mayoral Benito en el diario digital El Imparcial el 9 de abril de 2023. https://www.elimparcial.es/noticia/252695/opinion/de-miliciana-a-valquiria.html

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