14 de diciembre. San Juan de la Cruz (1542-1591)

Juan de Yepes, el poeta del santoral, patrón de todos los poetas. De palabra angélica y estremecida que hace que a su lado los grandes líricos del idioma parezcan bastos, con demasiada tosquedad. Su verso es un soplo de inspiración y de música levemente vestida con apariencias de este mundo.

Muy joven aún conoció a Santa Teresa de Jesús, que andaba en sus tareas reformadoras de los carmelitas. El encuentro sería capital para ambos, la Santa le llamaba su «medio fraile», porque era corto de estatura, y también su «senequita», por ser muy leído y sabio. Guiados por un afán de Dios trabajarán juntos y sufrirán juntos. «Terriblemente trata Dios a sus amigos, escribe Teresa al enterarse de las tribulaciones que sufre Fray Juan por la reforma: persecuciones durísimas, y hasta cárcel, por sus hermanos de religión, desdichas corporales y morales.

Por eso cuando Juan habla de la noche oscura del alma no es lucimiento poético de su pluma, sino la misma experiencia vivida hasta la muerte. San Juan de la Cruz reza, sufre, calla, escribe cuando puede sobre lo que puede y busca al Amado en medio de la noche. Es un altísimo artista en quien la palabra, que aspira a ser eterna, comunica con un Dos inefable que no se puede expresar

Fuente: La casa de los Santos. Un Santo para cada día. Carlos Pujol.

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