El chalé y la chalesa

Gracias a la economía de libre mercado y la democracia, Pablo Iglesias e Irene Montero han pasado de vivir en una frágil tienda de campaña en Sol a un chalet de ensueño en Galapagar, nueva tierra prometida como lo fue Torrevieja para tantas parejas concursantes y concursantas del Un dos tres. La prosperidad de este matrimonio tan afortunado es la prosperidad de España. ¡Si Girón de Velasco y Pepe Solís levantaran la cabeza! ¡Ni un español sin pan ni un hogar sin lumbre! Su veloz progreso es el de tantos matrimonios de bien que, diciendo adiós a la dura y desagradable crisis económica, disfrutan de una merecida promoción social y se reencuentran con la hipoteca y el hipoteco accediendo a una espaciosa casa provista de piscina y piscino con que combatir el calor del verano y la calora de la verana. Atrás quedaron las impertinentes estrecheces económicas que impedían el florecimiento de las familias y el ensanchamiento de los hogares.

Iglesias confiesa que la adquisición de la maravillosa morada (y morado) no se ha hecho con fines especulativos. Ramón Espinar, el inmobiliario, ha agradecido lección tan impagable. Montero, esperanzada y jubilosa, dice iniciar un fascinante proyecto de vida y de familia. España entera desea fervorosamente que este joven y podélico matrimonio rebose de retoños y retoñas el nuevo hogar, infundiendo en aquéllos y aquéllas el sentido de la vida familiar y el cultivo de las virtudes hogareñas, y proporcionando a la madre patria fieles contribuyentes y esmerados cotizantes a las arcas públicas. En este negociado, Monedero prestará asesoramiento como fuente de cotización a la Seguridad Social. Los españoles esperan que con su instinto revolucionario y básico, Pablo e Irene logren dar un vuelco a nuestras raquíticas tasas de natalidad. Además de su conversión al capitalismo y a la democracia, la pareja y el parejo querrán que sus hijos reciban la clase de religión en lugar de instrucción sexual. Que los niños aprendan cómo fue creado el primer hombre, antes de saber a edad temprana la forma en que se hizo el segundo.

Los que llevaban el comité no sé cómo lo harían, pero yo me peleaba cada día con ellos reprochándoles que había un burgués y os habéis puesto siete. Testimonios como este, de un trabajador durante la guerra civil española, en el fragor de la revolución del movimiento obrero, definen ese rasgo tan habitual en los políticos de la izquierda: la incoherencia, ese arte de decir o hacer hoy una cosa y mañana la contraria. El peor enemigo de un comunista es la hemeroteca. Pablo Iglesias censuró en su día a un ministro del Gobierno de España por haberse comprado una vivienda de 600.000 euros y euras. Hoy él ya tiene por el mismo dinero una casa y un caso; un chalé y una chalesa. Donde había un burgués, ahora hay dos más. Y más niños. Y vio Dios que eso era bueno.

Artículo publicado por Raúl Mayoral Benito en el diario digital El Imparcial el 20 de mayo de 2018.  https://www.elimparcial.es/noticia/189867/opinion/el-chale-y-la-chalesa.html

Fuente gráfica: El Español.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *