13 de enero. San Hilario de Poitiers (315-367)

Natural de Poitiers, de familia distinguida y pagana, casado y con una hija, Abra, Hilario se convierte al cristianismo y sus virtudes atraen tanto a sus conciudadanos que le aclaman como obispo. Desde entonces, acuerda con su esposa guardar castidad y se convierte en un pastor con magnánima rectitud y recia firmeza.

Gran defensor de la fe, combatió la herejía arriana, incomodó al emperador Constantino II, que lo destierra a Frigia. Pero allí continúa batallando contra los herejes y contra los suyos: se le quiso excluir del Concilio de Seleucia y, se dice, que rompió las cerraduras de la puerta con solo elevar la voz.

Teólogo e insigne maestro, autor de himnos, San Hilario incomodó siempre con el simple enunciado de la verdad a unos y a otros, a quienes permanecían en el error y a quienes por comodidad transigían con la mentira. Nunca aceptó las paces turbias ni tibias. ç

Fuente: La casa de los Santos. Un Santo para cada día. Carlos Pujol.

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