Mucho menos vistoso y popular que su homónimo de París, de éste San Dionisio sólo sabemos que fue griego, obispo de Corinto hacia el año 171 y que escribió varias cartas pastorales, algunos de cuyos fragmentos hoy se conservan.
Destacó por sus dignidad episcopal y por su encendido celo por comunicar la verdad, por escribir y escribir. Escribió a los lacedemonios con el título de La paz y la unidad sobre la doctrina católica; a los atenienses sobre la vida evangélica que deben observar, a la iglesia de Nicomedia contra las herejías de Marción, y también a los cristianos de Candía y del Ponto.
No solo se ocupó de los fieles de su diócesis, sino también exhortaba a los de regiones más apartadas, considerándose a sí mismo responsable de ellos. Apóstol sin fronteras que viaja sin moverse de Corinto por obra de la pluma y el papel, su voz se oye en todo el Mediterráneo para que sea mar de nuestra fe.
Fuente: La casa de los Santos. Un Santo para cada día. Carlos Pujol,