13 de mayo. San Pedro Regalado (1390-1456)

Conocido como el San Francisco de Asís de Castilla, Pedro era de Valladolid y a los trece años ingresó en un convento franciscano de la ciudad, que como muchos otros de la época, se caracterizaban por una vida poco austera y una disciplina muy relajada. Si bien, pronto otro Pedro, y también vallisoletano, iba a poner orden en esta situación: Fray Pedro de Villacreces, antiguo profesor en la Universidad de Salamanca y convertido en ermitaño, que con más de sesenta años, inicia la reforma de la orden franciscana para sujetarla a la estricta observancia. Su discípulo será un muchacho de quince años, que le sigue fielmente a todas partes: Pedro Regalado.

Ambos fundan el convento de La Aguilera, en Burgos, y allí el joven Pedro es limosnero, sacristán, pinche de cocina, encargado de atender a los pobres, y cuando en 1415 se trasladan a la nueva fundación de El Abrojo, cerca de Valladolid, se le nombra maestro de novicios. Al morir el reformador, el discípulo será vicario de todos los novicios existentes en las tierras castellanas.

San Pedro Regalado, patrono de Valladolid, humilde y espiritual como el Poverello de Asís, fue también un admirable taumaturgo del que cuentan muchos prodigios, entre los más populares el de apaciguar con su bendición a un toro desmandado en una plaza pública, razón por la cual se le considera el abogado de los toreros. En La Aguilera descansan sus restos mortales en un sepulcro de alabastro que le hizo construir la reina Isabel la Católica.

Fuente: La casa de los Santos. Un Santo para cada día. Carlos Pujol

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