1 de julio. San Simeón el loco (…-590)

Una de las figuras más extrañas del santoral la de este hombre de Oriente que en su juventud abandona a su madre para hacerse anacoreta. Apariencia de filósofo cínico, rasgos de perturbado, chistes tremendos que desconciertan a todos, paradojas que desarman. Simeón, llamado «Salo», el lunático, debería ser el santo de los clowns y de los humoristas, con sus ocurrencias grotescas y transcendentales que anticipan le mundo contrastado, irreverente a la manera sublime, de los personajes de Dostoievski.

Profeta, taumaturgo, excéntrico escandaloso, payaso, comparte su vida con las prostitutas, los mendigos, los desechos de la sociedad, riéndose de todo y de todos, saboteando la lógica de los que le rodean con una rara alegría inexplicable que viene de arriba; así escarnece Simeón las seguridades de nuestra vida y se transforma en caricatura de nuestra precaria fe, tan envarada y solemne.

¿Para qué estar tan serios, para qué tomarnos tan en serio, para qué respetar tantas normas y convenciones? Todo es como una gigantesca broma que sólo tiene sentido si sabemos vivirla con humor, porque la voluntad de Dios y su Providencia, vista con ojos humanos, es un absurdo, y nuestras certezas, a la luz de Dios, deben de ser de una suprema comicidad. El más sensato de los hombres, que vuelve al revés todo prejuicio, San Simeón el loco, nos valga a la hora de tomarnos a burla a nosotros mismos y a los demás, para ser fieles, para corresponder con abandono y humor a la sonrisa del Cielo.

Fuente: La casa de los Santos. Un Santo para cada día. Carlos Pujol.

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