29 de julio. Santa Marta (siglo I)

Marta de Betania, hermana de María y de Lázaro, está en todo: modelo de ama de casa hacendosa y concienzuda. Recibe al Señor, y se multiplica para procurarle la mejor hospitalidad. Cuando su hermana sólo está pendiente de las palabras del Maestro, ella se queja porque no la ayuda. Y se le da una contestación en la que hay un dulce reproche: «Marta, Marta, mucho te afanas. María ha elegido la mejor parte». Podríamos pensar que se no se merecía ese trato; podíamos pensar tantas cosas.

Marta daba a entender que su hermana pierde el tiempo en vez de hacer algo útil y que todo el trabajo recae sobre ella. Y Cristo le aclara cuál es su orden, que es revolucionario: lo útil tiene que ir al final de todo, que se posponga a lo único importante, que es ser para Dios. Marta, y tras ella nosotros encajamos la lección, que es como un tropiezo que rectifica el camino. Haciendo mucho llegamos a olvidar todo lo que no sea hacer, excusándonos de lo que tiene prioridad absoluta, porque sólo hay una cosa necesaria: servir al Señor.

Santa Marta, patrona de amas de casa, cocineras, hosteleros… tan llena de simpatía sirviendo incesante, sacrificadamente, para que todo esté en orden, el hogar, nuestras vidas y el alma.

Fuente: La casa de los Santos. Un Santo para cada día. Carlos Pujol

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