23 de diciembre. San Juan Cancio (1390-1473)

Polaco, nacido en Oswiecim, Juan estudió en la Universidad de Cracovia, se ordenó sacerdote y fue profesor de Teología en dicha universidad. Muy docto, caritativo y moderado en las controversias religiosas en un tiempo en donde las disputas sobre la interpretación de la Biblia se llevaban a sangre y fuego. Peregrinó a Tierra Santa y a Roma.

Protagonizó una famosa anécdota al ser asaltado por unos salteadores de caminos que le desvalijaron haciendo prometer que no escondía ningún dinero. Cuando iban a alejarse, Juan Cancio les llamó porque rebuscando en el fondo de un bolsillo descubrió que aún le quedaban unas monedas, y para hacer honor a su palabra lo justo era que se las entregase también. ¡Qué cosas hacen los Santos! A veces tomarse el Evangelio al pie de la letra equivale a participar de la insensatez.

En esta historia lo de menos es que los ladrones admirando su virtud, no solamente no le quitaron aquellas monedas, sino que le restituyeron todas las que le habían hurtado, pidiéndole perdón y marchando muy compungidos por su pecado. Lo singular es la fantástica dimensión humana de San Juan Cancio, mezcla de indiscutible señorío sobre la llamada cordura y de humor secreto e involuntario, como de quien sobrevuela los límites de la seriedad comúnmente admitida.

Fuente: La casa de los Santos. Un Santo para cada día. Carlos Pujol

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *